sábado, 30 de noviembre de 2013

Un vistazo a otras cosas: Hacer las cosas por gusto

Después de tanto tiempo vuelvo a escribir aquí. Sí, no estoy enfermo ni nada parecido. Solo es que me sobra el tiempo y tengo multitud de ideas fluyendo por mi cabeza. Y qué mejor momento para escribir que cuando estoy dispuesto a hacerlo y tengo algo que decir. Como ya dije, este blog tendría nuevas entradas cuando tuviese ganas de escribir, y así ha sido. Esto me ha llevado a la siguiente reflexión.

Cuando alguien nos obliga a hacer algo (ya sean los estudios, el trabajo, etc) parece ser que lo hacemos sin ganas, forzados, con falta de imaginación, a pesar de que puede ser algo que nos guste. Quizás sea que la esencia humana tiene algo que, si lo hacemos por iniciativa propia, pueden surgir las mejores y más brillantes ideas; mientras que si nos ordenan o, incluso, únicamente nos aconsejan hacer cierta cosa, ya le dedicamos menos esfuerzo e imaginación del que podríamos haber aprovechado.

Soy una persona de 21 años, que aún le quedan muchas cosas por vivir y reflexionar, pero esta es una de las numerosas cuestiones que me llaman la atención, que me hacen reflexionar sobre la psicología humana (esa desconocida que aunque pasen 500 años seguirá siendo una gran multitud de cuestiones sin resolver), y por tanto puede que esta pregunta ya esté respondida por algunos estudiosos, pero aun así me siga creando dudas. No hay mejor ejemplo de ello que todos estos meses haya estado sin escribir aquí y, de repente, algo haya hecho "click" en mi mente y me ha llevado a crear una nueva entrada con mis pensamientos.

Quizás dentro de nuestra mente esté la "libertad" que tantas descripciones tiene, ninguna igual a la otra, que nos puede llevar a querer la independencia de cierto país, a decidir cómo queremos vivir o, simplemente, a cuándo publicar la entrada de un blog de alguien a quien, como mucho, 50 personas le tienen en cuenta.

Por desgracia la sociedad, con todas sus consecuencias sobre la mentalidad de las personas, a veces hace que un pensamiento minoritario, no necesariamente equivocado, sino solamente diferente al de la mayoría, sea visto como algo incorrecto, incluso perjudicial. Eso nos lleva muchas veces a hacer/decir algo que no es de nuestro agrado o, en el caso contrario, NO hacer/decir lo que nos gustaría. Nos sentimos coartados, incluso yo, que no suelo regirme por las opiniones de los demás para expresar las mías. No es culpa de alguien en concreto, es solo una costumbre, una tradición, que se ha extendido durante años, siglos, de generación en generación, y que a veces nos impide ver claramente lo que, objetivamente, sería claro para todos. Algunos pensaréis que me he alejado del tema del título, el "hacer las cosas por gustos", pero si lo pensáis bien muchas veces nos sentimos coartados, censurados, al expresar lo que nos gusta y/o gustaría hacer, sólo porque PROBABLEMENTE (lo pongo en mayúsculas porque es algo que es fruto de nuestra mente, no porque sea verdaderamente probable) alguien nos pudiese llevar la contraria y decir que estamos equivocados, cosa que no significa que lo estemos ni que tengamos razón: solamente que tenemos otro punto de vista.

Después de haber leído todo esto algunos seguramente estéis confusos, no sepáis qué actitud tomar. Es simple: sed vosotros mismos. Si por hacer o decir algo no le caéis bien a tal o cuál persona, es que no tiene sentido relacionaros con ese individuo; si os sentís incómodos por expresar una opinión, es que no estáis tomando la actitud adecuada. La vida no consiste en llevaros bien con todos, como muchas veces os intentan inculcar; la vida consiste en encontrar a las personas con las que sentirse a gusto, si no con las que coinciden vuestras ideas, al menos con quienes las respetan y no os desprecian por ello.

Recordad: cada uno es dueño de su vida; si intentas ser otra persona, dentro de un tiempo, puede que días, meses o años, acabes desesperándote y, por tanto, no tendrá sentido todo lo que hayas hecho, lo que llevará a que no encuentres sentido a tu vida; si eres tú mismo, si haces lo que te gusta, puede que te crees enemigos (pues mucha gente es dada a odiar a los que no le son afines) o gente que te ignore/rechace, pero cuando encuentres a alguien que te comprenda, o al menos que te respete, habrá valido la pena todo ese esfuerzo, y podrás decir "sí, soy así y estoy orgulloso/a de serlo".

Por cierto: además de que me gusta publicar cuando quiero, me encantan los cómics de 'Kick-Ass' y los videojuegos. Y eso, queridos lectores míos, no me hace ni mejor ni peor persona que vosotros, por mucho que lo penséis. Hasta la próxima publicación

domingo, 24 de febrero de 2013

Un vistazo al presente: La parcialidad de los medios

Por las mañanas, mientras estoy haciendo algunas cosas, suelo ver el programa "Al Rojo Vivo". En él suelen debatir noticias del día entre varias personas de distintos ideales u opiniones. Y escuchando a Francisco Marhuenda, director del periódico La Razón, pensé: "¿Cómo una persona que publica un periódico que en teoría es para todo el mundo, puede tener una opinión tan subjetiva acerca de una noticia?".

Pongo a Francisco Marhuenda de ejemplo, pero hay muchos más periodistas (por no decir todos) que anteponen su criterio personal a la objetividad del verdadero periodismo, algo prácticamente inexistente. Siempre intentan imponernos su forma de pensar, ya sean de derechas o de izquierdas, cuando su trabajo consiste en informarnos de algo y luego debemos ser nosotros quienes nos hagamos una opinión al respecto. Y no estoy hablando de los editoriales o artículos de opinión, que en ellos sí pueden explayarse lo que quieran con su manera de pensar, sino que me refiero a la noticia informativa en sí, la que solo debería ser una información clara y sin manipular y no otro apartado más en el que tratar de convencernos con su punto de vista.

Por otro lado están las noticias que se omiten, que es otra forma menos perceptible de manipularnos a su antojo, pero que busca el mismo objetivo: tenernos desinformados y pensar en lo que ellos quieren que pensemos.

Tristemente esta es la realidad, y no mucho se puede hacer para remediarlo, pues el gobierno suele ser el primer interesado en manipularnos y tenernos desinformados, y las leyes son reguladas por este, así que tampoco son la solución. Quizás el único remedio sea andarse con mucho cuidado con lo que leemos u oímos.

Un vistazo al futuro: El idioma internacional del mañana

Desde hace aproximadamente un siglo, el inglés está considerado como el idioma internacional por excelencia. Tanto para negocios y cumbres políticas internacionales como para comunicarse con alguien del extranjero, es el lenguaje más usado. Esto ocurre ahora, en el presente, pero quién sabe cuál será el idioma internacional dentro de varias décadas.

Me viene este asunto a la cabeza porque el otro día una persona me dijo que estudiar otros idiomas antes que el inglés era algo absurdo, porque el inglés es y será SIEMPRE (recalco la palabra porque esta persona también la recalcó) el idioma internacional imperante. Nada más lejos de la realidad. Pensar eso es como pensar que seguiremos hablando igual dentro de quinientos años o que las fronteras se mantendrán como están hasta el fin de la humanidad. Durante el Imperio Romano y la Edad Media el idioma más hablado fue el latín; durante los siglos XVII-XIX fue el francés. Y así más ejemplos. La importancia de los idiomas cambia al mismo ritmo que cambia el mundo. El día que EEUU deje de ser una gran potencia económica y militar, el inglés dejará de tener tanta importancia, y puede que entonces el idioma más importante internacionalmente sea el chino o cualquier otro que sea el usado en el país más influyente del panorama internacional.

Así que no seamos cerrados de mente: como dije al final de la anterior entrada, nada dura eternamente, todo cambia.

Un vistazo al futuro: Los combustibles

Algunos habréis escuchado que el petróleo se va a acabar dentro de cincuenta años y, por tanto, es necesario encontrar unos combustibles alternativos. Pero no todo el mundo está por la labor.

En estos últimos años se ha avanzado mucho en el desarrollo de vehículos que funcionen con combustibles como el biodiesel o con energía eléctrica. Sin embargo, algunos sectores, como las compañías petrolíferas, hacen todo lo que pueden para obstaculizar el avance en estas investigaciones. Sus motivos son muy simples: si se deja de usar el petróleo, dejan de ganar dinero. Como leí en un libro (cuyo nombre ahora no recuerdo): "es necesario el avance y la mejora de la tecnología. Habría sido inconcebible que cuando se inventó el coche, los cocheros de carruajes se negaran a que siguiera adelante el invento porque les quitaría trabajo".

Tarde o temprano el petróleo será sustituido, pero mientras las compañías seguirán exprimiéndolo al máximo, subiendo los precios e impidiendo que las otras opciones estén al alcance de un público mayoritario, mientras los gobiernos no hacen nada para intentar evitar este monopolio energético abusivo que impera ahora mismo (mas bien lo favorecen). Es de necios creer que algo que tiene los días contados durará eternamente.

viernes, 22 de febrero de 2013

Un vistazo al presente: Las armas en Estados Unidos

Como bien sabréis, estos últimos meses hemos estado oyendo bastante a menudo noticias sobre asesinatos con armas de fuego en los Estados Unidos, aunque es un problema que lleva ocurriendo desde hace al menos unas décadas. ¿Por qué pasa esto en uno de los países más avanzados del mundo, donde supuestamente tienen todos los medios para luchar contra la barbarie?

Seguramente se os venga en seguida una respuesta a la cabeza: estos americanos están locos. Está claro que los que hacen estas fechorías lo están, pero no se puede generalizar con toda la población. La cuestión es porqué hay personas que llegan al extremo de hacer estos actos y cómo es posible que sucedan.

Empezaré respondiendo a la segunda pregunta, que es el problema de las armas. Para obtener un permiso de armas en Estados Unidos se piden muy pocos requisitos (por lo menos en algunos estados). Es más, no solo se puede acceder a pistolas que podrían servir para una defensa personal, sino que están a la venta fusiles de asalto, rifles de precisión y todo tipo de armas más propias de un ejército que de uso personal. A pesar de haber un amplio sector de la población que quiere ilegalizar la venta de armas o al menos hacerlo más restrictivo, los defensores de éstas se escudan con excusas como que la culpa la tienen los videojuegos o que la solución es poner policías en escuelas y lugares públicos.

Esto nos lleva a la pregunta de porqué hay personas que ven como una buena idea llegar a un sitio y matar a todas las personas que haya en él, ya sean adultos o niños. Es una cuestión más difícil de responder que la otra pregunta, pues muchos y diversos pueden ser los factores que influyan en cada persona para llevarla a hacer estos actos. Una familia desestructurada en la que reciba malos tratos, acoso escolar, vivir en una zona marginada, sufrir de algún tipo de esquizofrenia, tener unos ideales radicales... algunos de esos factores o una combinación de todos ellos pueden llevar a matanzas como la de Newtown o la de Columbine, por poner algún ejemplo.

Puede que evitar que haya locos que deseen matar a todas las personas que puedan sea un proceso lento y difícil, que necesite un cambio drástico en la sociedad, pero está claro que si se prohibiesen las armas, o en su defecto el acceso a ellas fuese mucho más restringido, no solo estas matanzas se evitarían, además de otras muertes causadas por atracos, cuestiones de mafia o bandas o, simplemente, accidentes al manejarlas. El caso es que la segunda enmienda, que servía para un período revolucionario como fue el de la Independencia, ya no tiene ningún sentido en una época en la que Estados Unidos dispone de uno de los mayores ejércitos del mundo para protegerse de amenazas exteriores.